Escritos



La mayoría de las veces queremos parecer fuertes o aparentar fortaleza por ser cristianos. Deseamos mostrar un gozo permanente al punto de algunas veces fingirlo como si la tristeza, la frustración y las preocupaciones no tocaran a nuestra puerta. Es como si intentáramos parecer superhumanos a los ojos del mundo pero eso no es mas que estereotipos de hombres. 

Jesucristo no nos escogió ni el Padre nos amó porque fuéramos los mas fuertes, los mas dignos o los mas inquebrantables del universo. No somos fuertes, no somos dignos, no somos inquebrantables. Él nos fortalece, Él nos dignifica y Él nos hace mantenernos firmes aunque a veces nos quebranta porque tenemos la mala manía de ensoberbecernos cuando medio sentimos poder. Pero en realidad, no somos nada mas que humanos queriendo pelearse desde siempre el primer puesto en todas las ramas de la vida. 

Un cristiano no es un superhéroe, el superhéroe es Cristo. Un cristiano sufre, se frustra y se aflige; pero su palabra dice que Su Poder se perfecciona en nuestra debilidad. Somos frágiles, necesitamos un abrazo en ocasiones, lloramos de tristeza como cualquier otra persona; pero Él es nuestra esperanza 

Cristo es la Esperanza dentro de la desolación que ha generado el pecado en el mundo. El Espíritu es el agua en nuestro desierto, es el respiro de vida para nuestros huesos secos y nuestros corazones vacíos. Es Él el que trae esperanza y renuevo de paz para el alma cansada como la nuestra. 

podemos descansar en esa esperanza que nos vivifica entre nuestra fragilidad humana. Jesús es el sentido para ponernos de pie cada mañana y seguir adelante.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Reseña - El sobrino del mago

¡CALUROSA BIENVENIDA!

Escritos