Escritos
La mayoría de las veces queremos parecer fuertes o aparentar fortaleza por ser cristianos. Deseamos mostrar un gozo permanente al punto de algunas veces fingirlo como si la tristeza, la frustración y las preocupaciones no tocaran a nuestra puerta. Es como si intentáramos parecer superhumanos a los ojos del mundo pero eso no es mas que estereotipos de hombres. Jesucristo no nos escogió ni el Padre nos amó porque fuéramos los mas fuertes, los mas dignos o los mas inquebrantables del universo. No somos fuertes, no somos dignos, no somos inquebrantables. Él nos fortalece, Él nos dignifica y Él nos hace mantenernos firmes aunque a veces nos quebranta porque tenemos la mala manía de ensoberbecernos cuando medio sentimos poder. Pero en realidad, no somos nada mas que humanos queriendo pelearse desde siempre el primer puesto en todas las ramas de la vida. Un cristiano no es un superhéroe, el superhéroe es Cristo. Un cristiano sufre, se frustra y se aflige; pero su palabra dice que S...